jueves, 17 de octubre de 2013

Crisopa (Chrysoperla carnea)

Es un insecto de la familia Chrysopidae. Se encuentra en muchas partes de América, Europa y Asia. Los adultos se alimentan de néctar, polen y melaza que excretan los pulgones y otros insectos, pero las larvas son unos depredadores activos activos y se alimentan de pulgones y otros pequeños insectos. Se utiliza en el control biológico de plagas en agricultura.

Chrysoperla carnea se consideraba originalmente como una sola especie con una distribución por todo el holártico, pero recientemente se ha visto que es un complejo de especies próximas. Su morfología es idéntica, pero pueden ser reconocidas por las variaciones en las vibraciones de los sonidos que utilizan para comunicarse entre ellas, sobre todo durante el cortejo sexual.

Los huevos de crisopa son ovales y se fijan individualmente a los vegetales con un largo hilo. Al principio son de color verde claro pero después pasan a grisáceo. Las larvas al nacer tienen un milímetro de longitud. Son marrones y recuerdan por su forma a un pequeño cocodrilo. Se mueven activamente en busca de presas. Tienen un par de grandes mandíbulas en forma de pinza con las que apresan a sus víctimas, a menudo levantándolas en peso para evitar que huyan. Las larvas inyectan enzimas dentro del cuerpo de sus presas disolviendo sus órganos internos, tras lo cual la larva absorbe el líquido resultante del interior del cuerpo de la víctima. Las larvas crecen hasta unos ocho milímetros de longitud tras lo cual elaboran un capullo en el que pasan al estadio de pupa.

Los adultos de crisopa son de color verde pálido con largas antenas y ojos compuestos amarillentos. Tienen una apariencia delicada y una longitud de entre 12 y 30 mm, con unas largas y membranosas alas que se recogen sobre su abdomen. No son buenos voladores y tienen un vuelo oscilante. A menudo se les ve atraídos por las luces artificiales durante la noche.









En:  es.wikipedia.org


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